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Los primeros pasos de todo alumno o alumna que pise por primera vez Hogwarts suceden en el Gran Comedor del colegio de magia, donde el Sombrero Seleccionador decide a cuál de las cuatro casas de los fundadores pertenece el recién llegado.
Mientras espera a que lleguen las cartas de Hogwarts para sus dos hijas, un ingeniero llamado Ryan Anderson ha desarrollado mediante tecnología IBM su propio sombrero que determina la casa a la que pertenecemos mediante procesamiento de lenguajes naturales, una base de datos con las características de cada casa y una herramienta de texto a voz.
De esta manera, según lo que le digamos al Sombrero, éste buscará y escogerá entre las singularidades de las cuatro casas la que más se asemeja a nuestra personalidad. Por ejemplo, si le decimos que somos muy inteligentes e ingeniosos nos mandará a Ravenclaw mientras que si nos describimos como diligentes y pacientes seremos enviados a Hufflepuff. Aunque el diseño es algo tosco, Ryan incluso ha replicado los movimientos del gorro, que anuncia en voz alta la casa seleccionada.