Ha sucedido en el condado neoyorquino de Brooklyn.
Un familiar de Rita Wolfensohn fue a visitarla, y al entrar a la casa notó un olor nauseabundo. La mujer, que se había quedado sola con el hijo desde que en 2003 falleciese su otro hijo, es ciega, y seguramente no sea el único problema de salud que tenga (es el único modo de dar una explicación a lo sucedido).
La policía entró al domicilio y encontró el cadáver en la habitación, con camiseta, vaqueros y calcetines. Al preguntarle a la señora, ésta les comentó que pensaba que su hijo había decidido marcharse y no había vuelto.
Mientras continúan haciéndole pruebas al cuerpo del hijo, las autoridades han decidido internar a Rita en un geriátrico.
Desde aquí animamos a no descuidar a nuestros mayores, ya que por más increíbles que parezcan éstas noticias, pueden pasar a nuestro alrededor.