Sucedió en China, cuando el cocinero acababa de comprar el reptil y se dirigía a su vehículo para llevarla al restaurante.
Habría que adaptar el dicho popular a «no dejes que lo que vaya a la olla te muerda la…»
Sucedió en China, cuando el cocinero acababa de comprar el reptil y se dirigía a su vehículo para llevarla al restaurante.
Habría que adaptar el dicho popular a «no dejes que lo que vaya a la olla te muerda la…»