En Alicante, el propietario del Mamma Rita, Gustavo D. Rodríguez, recibió la factura de la luz por parte de su compañía, como sucede en cualquier casa o comercio. Lo que no es tan normal es que la factura venga a otro nombre, y mucho menos que te lo cambien por «andate a la mierda hijo de puta».
La sorpresa tuvo que ser bastante indignante… Las eléctricas ya no tienen suficiente con la puñalada a la cartera que suponen sus facturas, si no que además aparecen cosas como ésta en alguna factura.
Desconocemos si el trabajador que haya cometido lo que será un mero fallo (siempre se puede tener un mal día, si no que se lo digan a cara anchoa) es el mismo que envió en 2007 una factura de Gas Natural a Antonio Gilipollas Caraculo.